Motos clásicas

La R45, Airhead hasta la muerte

Esta sencilla moto es una opción fantástica para todo tipo de motorista

Una Bmw R45 adelantando. Fuente: Ramon Martí
Una Bmw R45 adelantando. Fuente: Ramon Martí
Ramon Martí Gimeno Ramon Martí Gimeno

En un mundo donde todo el mundo pelea por ser el más rápido a veces vale la pena dar un paso atrás y disfrutar de la sencillez. La Bmw R45 ofrece exactamente esto. No llegará la primera a ningún lugar, pero difícilmente encontrarás alguna con tanta personalidad y carácter como ella. 

Su ruido es grave y poderoso, gira cabezas, las cuales verán cómo pese a ese estruendo tampoco se está moviendo mucho de lugar. Es una moto para hacer acto de presencia. Parando en los semáforos te sientes como en el zoo, en una ciudad donde está implementada la ZBE, (zona bajas emisiones) ver un aparato así es más raro que hasta una Ducati Panigale, lo que te pone muchos ojos encima.

Una Bmw R45 en un mirador de Sant Feliu. Fuente: Ramon Martí

¿Velocidad? No mucha.

Desgraciadamente, a parte de su imponente planta, la moto es un hierro, cosa que tiene ventajas y desventajas. Lo malo básicamente es el dinamismo y seguridad. Sus humildes 30 cv y los 205 kg de peso no ayudan a hacerla muy veloz y los cambios de marchas son, en cuando menos, perezosos. A la hora de girar, las ruedas finas ponen límites rápidamente y la suspensión tampoco acompaña, pero sin ser terrible. Lo que sí que es más cuestionable son los frenos, con su solo disco delantero y freno trasero de tambor, ambos sin ABS, no se dispone de mucha fuerza de frenado, lo dejaremos en la justa para sus capacidades.

También hemos de ver los positivos, que son muchos. Su motor de 450cc, derivado del bloque de la R65, es super fiable. Va muy poco estresado y con un mantenimiento decente probablemente podría seguir funcionando con aceite de cocinar. Pese a que su dinamismo no es su mayor fuerza, la experiencia de conducción es magnífica. Es mecánica, cruda y muy especial. Estar en el manillar de la R45 siempre me pone una sonrisa en la cara, por corto que sea el trayecto.

Económicamente también es una buena opción. Hoy en día están muy de moda las motos neoclásicas, pero sus precios son bastante restrictivos. La R45 te da el look clásico de verdad y por tan solo unos 3.000€ que es mucha moto por el precio. Además el chasis que monta es conocido por ser perfecto para proyectos custom o cafe racer, pudiendo crear una moto completamente a tu gusto, con bastante facilidad.

¿Diferente? Mucho.

Esta moto rechaza la sociedad moderna de MT07 ’s y CB650R ‘s. Allá donde vayas llevarás contigo una declaración de intenciones, de que no te riges por modas y sin duda, de que vives sin prisa, porque con esta moto vas a llegar el último siempre. Además mostrarás que eres una persona sentimental, que prefiere una máquina imperfecta y gruñona, antes que a los bisturís sobre ruedas, objetivamente mejores, que se hacen en la actualidad. 

Realmente es una decisión un poco ingenua tener una R45. ¿Pero qué son las motos sino estúpidas? Esta BMW te lleva ahí arriba en el colmo de innecesario e impráctico, con permiso solo de las Ducatis antiguas. Aprovecha que aún hay muchas y hazte con una BMW airhead antigua, ya sea esta o sus hermanas mayores de más cilindrada, mi vida desde entonces ha sido sin duda, mucho más entretenida.

Ramon Martí Gimeno

I’m a Journalism student in Abat Oliba CEU. I’m passionate about riding anything with wheels that puts a smile on my face and traveling around the world, but doing both at the same time is the real deal. I’m a harcore defender of the quote “It’s not about the destination, it's about the journey”.